Sediento de sangre, oculto en la sombra del bosque está buscando el modo de morir, aguardando por su última víctima y a la vez desesperado por desconocer que traerá la alborada, herido sufre por un pasado atestado de recuerdos, los que representan sus pesadillas cada vez que intenta cerrar sus dos pálpebras, circulan una tras de la otra gotas de azufre, lágrimas de un olor que fue afectado por el tiempo, ocasionando cambios que no podrán nunca curarse por sí mismos.
Cada oportunidad que tiene el febo de emerger del tenebroso horizonte repercute en su salud, pero a quien le importa si él está cansado de respirar, pregúntale tú por qué al ser tan osada de dañarlo como respeto mínimo tendrás el interés de averiguar su condición mental y emocional, únicamente por ser un hijo de una tierra lejana, fuerte de carácter, amenazador para muchas personas, con una mirada intimidante que aunque no lo creas niña, sufre, llora... y lo más increíble es que en una época no muy antigua llegó amar a una mujer de largos cabellos, de una odre blanca y unas mejillas tan rojas como la sustancia que corre por tus venas; seguramente fue lo que más le atraía de esa mujer pero lo que no sabía de ella era el hecho de que al igual que él, ella era un demonio, destinada a él para transformarlo en un adefesio vulnerable a la alborada, o lo que conozco he aquí la verdadera razón de su desdicha, ya que cada febo en el firmamento lo hace más débil a la vista de cazadores y de otros como él, a diferencia de que no le temen al amanecer.
Lo sabe y eso lo entristece aún más, ahí se encuentra su muerte, en el sendero que conduce a aquella montaña donde existe un bosque mágico para todos los demás pero para él es más complicado, ya que diafanamente se observa una casa en la que habita la luz, sabe que tiene que evitar esa puerta, no sería recomendable pasar cerca o su destino podría enrumbarse a otro tiempo; la casa es sólo el comienzo de sus problemas porque si no apresura el paso, y si los días continúan el suyo no llegara si tarda, posterior al sendero tuvo que recorrer un piélago dorado, teñido por futuras batallas entre mujeres y hombres por la destrucción mutua y dentro del océano hallaras a una amiga que te acogerá en sus brazos mientras tengas voluntad para seguir sus pasos, siempre y cuando mueras después de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario