Desperté, estaba muy asustado con un vacío dentro de mí, seguidamente desperté a mis sentidos para lograr ponerle un nombre a esto que siento, me he convertido en aquello que más temía, he consumido a esa niña que no tenía nada de inocente, he asesinado desde mis entrañas a aquello que me quería para no vivir más.
¿Quién soy? el más puro ángel o el más maldito demonio, yo, soy ambos y esta noche reflexiono acerca del porque alguien debía de partir para que nosotros tomáramos conciencia de su ausencia.
¿Cómo quieres que me llame?
Puedo ser todo lo que tú desees,
soy vulnerable entre tus manos,
tanto así que me quiebro en tus dedos.
¿Cómo quieres que sea?
Estoy conciente que no soy nadie,
ya me han dicho que no valgo lo suficiente,
sólo soy un ser humano
pero acaso importa el hecho de que sí siento.
Sabes, aunque desconozco muchas
características de mí, buenas o malas,
si sé que alguien no me quiere aquí,
se esfuerza para que no pueda vivir.
Ahora tú dime que me quieres ver seguir,
que no quieres que detenga mi atormentado paso,
tú que sabes mi nombre y lo repites en tus oraciones,
tú que conoces quien y como soy.
Tú quien me dice que ya es hora de partir.
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