Esta Novela...

Es una de mis historias...

El personaje del Bucéfalo esta inspirado en una pintura de Therese Nielsen titulada Nightmare.

Dedicatoria

Para todos aquellos que se han convertido en aquello que temen;

para todos los que lograron superar su infierno.


Nightmare of Therese Nielsen
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Preguntas o Comentarios


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sábado, 10 de noviembre de 2007

Introducción

Ante todo, recomiendo al lector una lectura profunda y sosegada de los capítulos, respire después de cada oración terminada al igual que con los párrafos; tómenlo con calma, a mí me sirvió.

Aunque sólo tengo veinte años, la siguiente historia es de carácter biográfico, recalco el hecho de que no estoy haciendo alarde de lo que aquí confieso, por el contrario les estoy ofreciendo mi vulnerabilidad como persona así que espero que no interpreten absolutamente nada a la ligera.

Como notaste en la lista de los capítulos, esta novela se compone de quince capítulos muy cortos, si te preguntas las razones del por qué es tan pequeña la novela, te recomiendo que la leas toda, incluyendo su epílogo.

Además te recomiendo que si no entiendes alguna palabra la busques en el diccionario o me preguntes por su significado.

Así sin más les presento y dejo en sus manos toda mi vulnerabilidad como ser humano, a las personas que desconocían lo aquí escrito sólo espero muchas preguntas y abrazos de su parte.

Y no se les olvide en ningún momento, que sus preguntas cuando estén leyendo, fueron mis preguntas a cada instante.

El personaje del Bucéfalo esta inspirado en una pintura de Therese Nielsen titulada Nightmare.

Lo que ella ignoraba

Sediento de sangre, oculto en la sombra del bosque está buscando el modo de morir, aguardando por su última víctima y a la vez desesperado por desconocer que traerá la alborada, herido sufre por un pasado atestado de recuerdos, los que representan sus pesadillas cada vez que intenta cerrar sus dos pálpebras, circulan una tras de la otra gotas de azufre, lágrimas de un olor que fue afectado por el tiempo, ocasionando cambios que no podrán nunca curarse por sí mismos.

Cada oportunidad que tiene el febo de emerger del tenebroso horizonte repercute en su salud, pero a quien le importa si él está cansado de respirar, pregúntale tú por qué al ser tan osada de dañarlo como respeto mínimo tendrás el interés de averiguar su condición mental y emocional, únicamente por ser un hijo de una tierra lejana, fuerte de carácter, amenazador para muchas personas, con una mirada intimidante que aunque no lo creas niña, sufre, llora... y lo más increíble es que en una época no muy antigua llegó amar a una mujer de largos cabellos, de una odre blanca y unas mejillas tan rojas como la sustancia que corre por tus venas; seguramente fue lo que más le atraía de esa mujer pero lo que no sabía de ella era el hecho de que al igual que él, ella era un demonio, destinada a él para transformarlo en un adefesio vulnerable a la alborada, o lo que conozco he aquí la verdadera razón de su desdicha, ya que cada febo en el firmamento lo hace más débil a la vista de cazadores y de otros como él, a diferencia de que no le temen al amanecer.

Lo sabe y eso lo entristece aún más, ahí se encuentra su muerte, en el sendero que conduce a aquella montaña donde existe un bosque mágico para todos los demás pero para él es más complicado, ya que diafanamente se observa una casa en la que habita la luz, sabe que tiene que evitar esa puerta, no sería recomendable pasar cerca o su destino podría enrumbarse a otro tiempo; la casa es sólo el comienzo de sus problemas porque si no apresura el paso, y si los días continúan el suyo no llegara si tarda, posterior al sendero tuvo que recorrer un piélago dorado, teñido por futuras batallas entre mujeres y hombres por la destrucción mutua y dentro del océano hallaras a una amiga que te acogerá en sus brazos mientras tengas voluntad para seguir sus pasos, siempre y cuando mueras después de mí.

viernes, 9 de noviembre de 2007

El infierno está cerca

Lo reconfortante radica en que terminara mañana, todo el cansancio de estos días se acumuló en más odio hacia su víctima porque le llegara el fin junto con el del Bucéfalo, que ahora además le teme a la noche, antes la luna y las estrellas servían de medicina para el corazón, mas en las sombras no puede reconciliar el sueño, ya no es placentero dormir y sus lágrimas se plasman inmóviles en sus clisos atormentándolo por desconocer su caída.

Pisa la tierra húmeda del pantano que está a la salida de la cueva, con una seguridad abrumadora, sus huellas son fiel reflejo de su edad pero las criaturas se esconden fuera de su vista y susurran al viento palabras indescifrables con ojos grandes, redondos y tan llenos de recelo como gotas en las nubes; aún le tiemblan las rodillas y se siente el miedo que transpiran sus poros.

- Un ser ordinario como cualquier otro que quiere escapar de su destino.

Se repite a sí mismo con cada larga zancada evitando inútilmente el agua que se encuentra estancada debido a lo mohoso del suelo.

El sendero que me trajo hasta aquí

Al divisar luz se escuchan cerca pasos desesperados, asustados, corriendo en todas direcciones, si su memoria fuera tan buena como en siglos atrás recordaría que estaban cultivando aquellas pequeñas personas, ellas al darse cuenta de su estado se detienen perplejos, ondeándoles el viento sus extrañas barbas y vestimentas y junto a él como si acompañándolo estuviera, alta, negra, lo sigue la muerte con el silencio únicamente distorsionado por algún inquieto niño preguntándolo todo... continúan cada uno con lo suyo, inquieto por las respuestas dadas y por el rostro despreocupado de la sombría calavera.

Monótono, así se transformó el paisaje después de transcurrido el alboroto y luego de saber la presencia de su acompañante, que se alejaba levitando sobre el pábulo verde, arrastrando tras si una espesa nube de dudas que chocaban contra la vid y sus uvas, al darse cuenta o más bien al olfatear el viento embriagado por el proceso del vino, el néctar de los dioses, pero a quien le importa eso en estos momentos dada la cara de importancia con la cual cruzaba el pueblo de batallas olvidadas, con sus edificios imponentes obstaculizando al sol que trata de esconderse entre las casas repletas de balcones mas están desiertas debido al espectáculo que se les ofrecía a sus habitantes en un coliseo de madera y piedras, dentro se derramaba sangre, perdiendo una vida para que la otra espada siguiera adelante con los aplausos que le permitían pasar inadvertido apresurando el paso, retrocediendo en el tiempo, disfrutando del aroma a oxido que para él significaba lo mismo que la rosa para los sensibles gladiadores vulnerables al acero.

Continúa el sendero divisando a cada paso que se hallaba cerca, la montaña aumentando de tamaño al igual que lo iba haciendo el calor del desierto con sus arenas de color naranja y sus mares de perdición para los jóvenes pescadores; frente a frente con el azul robado del firmamento por las aguas que refrescaban sus extremidades, debía de tomar una decisión al querer rodear la costa, enfrentarse en su estado a mil peligros o cruzar durante cinco febos ponientes la cristalina linfa, con la incertidumbre de que en los dos casos, fallecer antes de lo designado por el oráculo.

Quítamela ahora para no tener que volver a morir

Rodeando la sombría costa con gigantescas palmeras recordándole que de nuevo internarse en la selva era su salvación, temeroso de la endemoniada obsesión de basiliscos e hiperbóreos por digerirlo aún con su corazón palpitando, lo condujo a perder el control de su trote, cayendo a gran velocidad llegó a ser detenido por unas rocas, los metros después de la caída fueron de mucho dolor, inservible, obsoleta su pierna delantera en partes irregulares crujía, fracturado sin ninguna ayuda divina para ser curado disminuyó su prisa y al salir de la densa arboleda en profundo sueño de cansancio se duerme dejando de lado el sufrimiento, aunque sus ojos no permanecen lo suficientemente cerrados, al escuchar un fuerte estruendo.

- ¡BAAAM! Casi sordo intentando no... ¡BAAM!

Cazadores, le han seguido sus huellas, ocultándose, regresa al bosque, ellos nunca lo penetrarían, el hombre teme a lo que no ha visto antes.

Lanzas del tamaño de Hércules, lo bastante filosas para atravesar un roble y sedientas de desolación.

- Parca maldita.

Apoyado para no emitir sonido alguno de dolor, espera paciente que la ansiedad inunde el pensamiento asesino, caminan en círculos que increíblemente perfilan alrededor del Bucéfalo, inseguros por el rastro de pisadas que van arrastradas hacia el mar, las últimas desvaneciéndose por el suave roce que emerge en la orilla, frotando el manto nocturno de la arena, todos discuten mientras descansando en las sombras espera, fuerzas recuperadas por el alivio del sueño placentero hace que se ponga en marcha, silencioso, pisa las hojas secas con el mayor cuidado, misterioso, su silueta ya dibujada por la luz lunar, desfallece por el miedo o tal vez por la fractura de su pierna, las voces se apagan pero sus ojos visualizan varios puntos plateados volando por las ramas, flechas, espadas, lanzas caen al suelo sutilmente desgarrando gritos de angustia.

- ¡AAAH!... aullidos de los depredadores, para él representan una barrera invisible, corre, a su manera, como puede, corre.

Desatando un bullicio infernal que acapara las olas que chocan contra el abismo, las criaturas marinas huyen, las del bosque, las del bosque frenéticamente en silencio.

- No me andan cazando, por el contrario me anunciaron, lo que creí cazador se ha convertido en la víctima de un monstruo.

Se decía al mismo tiempo que se adentraba en la espesura de la incertidumbre.

- Pobres almas inocentes.

No se detuvo hasta que logro observar, extraño, frágil a un unicornio blanco como las nubes y tan puro como el corazón de una niña.

Unicornio

Ojos desafiantes que expresaban el temor de los dioses, la tierra recibía en esos momentos el llanto del cielo, mecía su espesa cola en contra del viento, un bramido infernal proveniente del Bucéfalo detuvo el tiempo y ante las criaturas la tristeza mutua.

Jovial a los ignorantes clisos mas la experiencia lo evidenciaba, el Unicornio al no estar asustado, quieto, aguardo la huída, en vano midió su desesperación, aturdido por el deseo, su deseo de sobrevivir, frente sí la amorfe pierna... se le acercó cautelosamente, la amenaza cesaba al paso seguro del Unicornio que con unas miradas fugaces, le decía en una lengua tacita más humana que animal, sin olvidar la lagrima que obstaculizada por su pelaje de algodón, la lastima inundaba el ambiente y como si de palabras se tratara echó a correr, con un trote ligero para no agobiar a la bestia.

Tras subir la colina, allá en el horizonte a lo lejos emerge el febo imponente dejando atrás una estela de nubes rojas, naranjas y azules, a pesar de todo, hoy su fuerza no ha mermado, al aproximarse más al dios sol como si fuera un camino que llevara al Olimpo.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Una casa en la que habita la luz

De una destruida y musgosa chimenea de color plateado, saliendo de ella vapor, humo que transporta humildemente el aroma del alimento, y para sorpresa del Bucéfalo, junto a él esencia humana.

Al entrar a la única habitación detrás de la hoguera escondiéndose del extraño ser, una niña, de piel color blanco eclipsado, cabellos negros que levitaban sobre sus hombros, ojos llenos de inocencia, los cuales fueron motivo suficiente para no desmembrar al Unicornio y atacar al ángel, designio que después no le hizo cambiar de opinión. La niña se colocó a un costado de su unicornio, esta infantil criatura no entendía el pánico reinante pero tampoco pudo ignorar la herida causante de tal visita; salió y al termino eterno de unos minutos puso en la olla unas hierbas destilando inmundos y amargos olores, ante el rostro menguante de la niña el Bucéfalo se acercó temeroso de su propio destino y de la mirada del Unicornio una expresión de advertencia que se ponía en una posición de ataque ante cualquier inoportuno.

Al levantar su pierna delantera se la frotó con una delicadeza de algodón, aún asustándose por los bramidos inconsolables de la bestia, la niña no retrocedió ni un paso atrás, al quedar manchado por los frutos de la Madre Tierra se dispuso a darles la espalda, sin embargo como supuestamente era un invitado en su mundo la niña ni se inmuto a pesar de la protesta silenciosa del unicornio, lo hizo para así obstaculizarle el trabajo a la muerte y a su hostil comportamiento, le salvó momentáneamente la vida a él y por eso él le retendría su muerte hasta el siguiente amanecer.

En una quimera de pensamientos, primera vez que reposaba en paz hasta el... en conjunto de una patada y un bramido susurrado, el unicornio le indicó la salida, había logrado comprender la actitud del Bucéfalo y se disculpó con una sonrisa hipócrita de despedida.

El designio del Oráculo

Corrió lo más rápido para deshacerse de la vista de la cabaña y del maldito Unicornio, luego pausadamente bajo el ritmo del trote hasta detenerse ante un arroyo cercano a una cascada, al posarse frente a ella bajando la cabeza, la cascada se abrió y adentro con pasos firmes sobre el agua la monstruosa figura de un cíclope, curioso del pequeño caballo a su ojo, brinco de la alegría.

- Creo.

Y gritando sin cesar las gracias a un dios, quejándose por el novato ser, el Bucéfalo emitió un bramido, se colocó de dos piernas y de repente su aspecto paso a ser más de demonio salido del Tártaro que de caballo mismo, tomando fuerzas de sus antepasados este arremetió en contra del cíclope, ignorando la situación se quedo quieto, el Bucéfalo atacó con su pierna sana y mordió en el tórax atravesando hasta su espalda, trotó despacio hacia la arbolada, gimiendo de dolor cayó tan duro en el agua que el arroyo se quedo sin caudal para transformarse luego en un espeso líquido rojo, la vida en rojas gotas mezclada con la sangre el agua siguió río abajo; volviendo a su aspecto natural, buscó en el hueco cerca del pecho, el corazón para devorárselo y recuperar su voluntad de continuar vivo, con fuerzas para el alba, con sangre fresca recorriendo sus venas. Todo comenzó a suceder, la herejía estampada en el papel, mientras el Oráculo orgulloso de volver a acertar el destino ajeno, la muerte aseveraba que más muertes estaban por llamarla.

martes, 6 de noviembre de 2007

Así como soy… La pesadilla de fuego y azufre

El sabor óxido de la sangre, la sensación fervorosa y culposa de matar, asesinar para sentirse vivo, para que al final la conciencia pierda terreno en esta maldición demoníaca; sus pensamientos corrían tan rápido como sus piernas, debía esconderse, se estaba transformando, debía buscar un lugar oscuro, la cueva que le recordaba lamentos de seres inocentes, el demonio en su interior le clamaba sus necesidades, el sabor óxido de la sangre… perdió de vista su entorno, su sed lo condujo hasta ahí, había demasiada humedad en ese lugar.

Abrió los ojos apenas pudo, y mientras recupera la noción de donde estaba notó que todo estaba iluminado, increíblemente alucinado para su sorpresa, su aspecto era una realidad, la naturaleza de la bestia, pero contemplada desde su perdición, de un pueblo al poniente de Nicea que se levantada en llamas, Bucéfala, la tierra donde en algún momento llegó a comprender lo que ahora estaba sintiendo, lo que ahora estaba oliendo y destilando por los poros de su piel encuerada; óxido y herrumbre, la sangre tomada y los corazones devorados de sus víctimas, evaporaba muerte por el fuego que consumía su espíritu y su cuerpo.

Su sombra le trajo de vuelta sus recuerdos del monstruo que era por dentro, evocando a la vez, una voz quebrada y ronca con aires del Caronte esclavo de Hades, las palabras que alguna vez perseveraron en su mente durante decenas de travesías de Apolo por el firmamento.

Ya he visto los ojos de mi deceso,
por que ya he estado en el Hades,
dormí en su casa y no pude salvarme.

Su piel se volvió de un profundo negro como el inerte miedo de estar perdido en el Estrecho de Mesina cuando presenciamos en pleno mar un novilunio, sus clisos se convirtieron en el portal del infierno dado las cientos de almas devoradas por él que se disipaban mientras volvían a aparecer por las llamas que despedían sus clisos, y finalmente su crin se incendió al igual que su larga cola y sus cuatro pezuñas, su endemoniado ser ardía en su propia hoguera, de los orificios de su nariz las llamas acompañaban sus bramidos infernales, su cuerpo es ahora su destino póstumo, la esencia inobjetable de su designio.

Con un trote que iluminaba el paso de la cueva y que quemaba las raíces de la montaña, a la vez que el azufre de sus ojos dejaba su huella en el aire, salió desde el Infierno del Bucéfalo con el fin de darte sentido a su existencia.

Mientras no estabas

Cuando son uno,
no hay tiempo.

Cuando son uno,
no hay espacio.

Cuando son uno,
juntos, son amantes…

Pero separados son más vulnerables que una herida sin cicatrizar. Apenas ella abrió sus hermosos ojos sintió un gran vacío en el aire, pero más grande el abismo que se estaba suscitando en su corazón, de repente recordó las últimas palabras del Unicornio:

Dentro del océano hallaras a una amiga que te acogerá en sus brazos mientras tengas voluntad para seguir sus pasos, siempre y cuando mueras después de mí.

El temor se apodero de todo su ser.

Era de noche, desde la ventana se evidenciaba la penumbra del bosque, se levantó despacio de su pequeño tálamo, mientras caminaba al marco de la puerta se dio cuenta de que del suelo desnudo y sus pies, la ausencia de calor no estaba presente; algo andaba mal en esta noche, el viento era fuerte, movía sus cabellos desde el jardín, pero la ausencia de calor provocó que se inquietara aún más.

Lloró, empezó a llorar de tal forma que sentía que se iba a ahogar, con un llanto seco que le obstaculizaba el respirar, susurrando algunas palabras cayó al suelo, con tanta vida alrededor de ella, estaba en el suelo hincada, como si estuviera rezando pero mucho más que plegarias a las estrellas, estaba rogando por su vida, por su vida y para no tener la intención de lastimar a quienes la amaban, era su decisión y por ello estaba agonizando.

Como pudo se reincorporó a la realidad de su cuerpo, se restregó sus parpados con sus brazos, al tiempo que tranquilizaba su respiración y sus latidos, luego limpió un poco sus ropas andrajosas, a cada paso que dada; se volvió a ver como reaccionaba el bosque, cuando de repente el viento murmuró.

lunes, 5 de noviembre de 2007

El poder de mis pensamientos

- No le hagas promesas que no vas a cumplir, a un alma inocente.

- Ni siquiera reconoces tu destino, vas a poder reparar el de los demás, no trates de ser el héroe en esta noche, el Oráculo ha hablado y ambos sabemos muy bien cuales serán las consecuencias de mi siguiente paso.

- ¿Qué piensas hacer? Aquí estoy, esperando, mi silencio no le ha dado indicios, seré su protector, durante más ignore lo que suceda será mejor para todos,

- Como puede suceder que un ser, por el cual corre sangre en sus venas sea tan débil; proteger, no menciones esa palabra cuando no estás siendo conciente de su significado en este preciso instante.

- No sé si tenerte lástima o preocuparme, y a la vez no sé si tenerme misericordia o culpa, pero sólo estoy seguro de esto, daré mi vida a cambio de la suya; me asustas pero no lo suficiente como para no hacer lo necesario.

- Estás cansado de vivir así, lo das todo por un ser que ni siquiera espera que vuelvas, eres patético, no mereces seguir respirando, todo lo que ella mueve en su pequeño mundo te hace tan infeliz; sentimiento incoloro, más dolorosos no pueden haber sido tus días junto a ella, aunque te prometa lo contrario y te hable amor en versos, vales lo mismo que un objeto que se logra cambiar con facilidad, no significas nada importante en su vida.
Mira, no hay febo que te caliente, está oscuro, sólo estamos nosotros dos, nadie nos ve más que nuestros reflejos en tus lágrimas… acércate, déjame ser tu salvación y entrégame tu cuerpo y tu alma, déjame ayudarte a cicatrizar y olvidar tus heridas, no volverás a sentir el sufrimiento cotidiano de los mortales, no sentirás nada más.

Ahora, fragmento temporal en el que sonido cesó, no más pensamientos ni palabras; no le quitó la mirada, lo hacía directo a sus clisos, veía el portal del infierno. El Bucéfalo avanzó hacia el Unicornio, a los cuatro pasos sus extremidades delanteras se elevaron para hacerle frente y cubrirlo con una sombra de fuego, instauró sus pezuñas en la ceniza del matorral.

- Vas a morir, ¡tienes que morir!...

Perdió la conciencia mientras escuchaba su epitafio.

Un mundo que ella tuvo y lo dejo escapar

- Ojala que esta caída sólo sea un sueño y que en algún momento deje de estar soñando.

Se despertó, ya había pasado todo un día y él no tuvo conciencia de esas horas en las que el febo cruzó el firmamento crepuscular, está noche iba a ser muy diferente de las anteriores; al igual que ella, él debía de tomar una decisión que no la lastimara. ¿Pero cuál sería?

No hay ser viviente en este planeta que no le tema a su fin como existencia finita, con la respectiva culpa o no de dejar siembras sin cosechas.

- Pero no hay ningún otro ser que lo medite esta noche, es mi noche y no lo dudo. Es el final, se trata del…

Se perdió entre los arbustos jurando no volver a regresar a esta dimensión que le procuraba su sufrimiento insoluble.

Como si fuera la punta de lanza de un incendio, el Bucéfalo dejaba tras de sí, muerte y mucha ceniza; como si fuera corriendo una tela hecha cortina de humo, el Bucéfalo lideraba el pudor ardiente de su cuerpo para destruir la vida que lo contaminaba de una confusa esperanza; por un momento levantó su mirada para observar que en la casa ya no habitaba ningún vestigio de luz.

Al acercarse incineró todo el jardín de la casa, unos pasos más adentro en el medio de todo ese refugio de papel, reclamó su derecho a vivir un día más, el lacónico techo empezaba a arder en llamas, en una pose de bestia apunto de exigir sangre, a la vez que realizó un bramido que silencio todo lo que giraba a su alrededor, descubrió a su víctima escondida entre la mala hierba de las mentiras, la manipulación y el desencanto de disimular lo que significa el amor.

- Tengo mucho miedo, más miedo que antes y eso me da más miedo.

Mientras su vida se consumía con latidos sollozos, externalizó todo el daño que le había causado a los demás seres que estuvieron a su lado. Él sólo murmuro:

- De cerca sentirás la euforia del sentimiento que se esconde entre el amor y el odio.

- El amor no puede esperar tanto.

- Nunca es tarde cuando se ama, siempre es tarde cuando se está herido.

- Mi silencio será el más adecuado de mis pensamientos.

- Son lo que tú quieres que sean.

Estuvo a varios segundos de que el remordimiento cubriera su designio, el Oráculo se impaciento pero su desgracia cedió cuando él Bucéfalo decidió no otorgarle a merced de su víctima, toda la responsabilidad sobre su vida.

Masticó el órgano cardiaco entre la sangre y los huesos del cuerpo de su víctima, algunas gotas de azufre cayeron en la mezcla de peste en la que consumía algunos sorbos de elixir para sobrevivir, sus últimas palabras exhaladas que escucho fueron:

- Le tengo miedo a mi incapacidad para enfrentar las… (tosió), el (volvió a toser) es el fantasma de querer…

Su mano cayo como laude en el suelo de ceniza, la palma de su mano se extendía para contraer sus pequeños dedos.

La niña se mecía placidamente en los brazos de Morfeo, había muerto.

¿Quién quiere de mí qué?

Desperté, estaba muy asustado con un vacío dentro de mí, seguidamente desperté a mis sentidos para lograr ponerle un nombre a esto que siento, me he convertido en aquello que más temía, he consumido a esa niña que no tenía nada de inocente, he asesinado desde mis entrañas a aquello que me quería para no vivir más.

¿Quién soy? el más puro ángel o el más maldito demonio, yo, soy ambos y esta noche reflexiono acerca del porque alguien debía de partir para que nosotros tomáramos conciencia de su ausencia.


¿Cómo quieres que me llame?

Puedo ser todo lo que tú desees,
soy vulnerable entre tus manos,
tanto así que me quiebro en tus dedos.

¿Cómo quieres que sea?

Estoy conciente que no soy nadie,
ya me han dicho que no valgo lo suficiente,
sólo soy un ser humano
pero acaso importa el hecho de que sí siento.

Sabes, aunque desconozco muchas
características de mí, buenas o malas,
si sé que alguien no me quiere aquí,
se esfuerza para que no pueda vivir.

Ahora tú dime que me quieres ver seguir,
que no quieres que detenga mi atormentado paso,
tú que sabes mi nombre y lo repites en tus oraciones,
tú que conoces quien y como soy.

Tú quien me dice que ya es hora de partir.

Todo cambia aunque sea igual

¿Sabes cómo sanar un corazón? ¿Sabes cómo curar un corazón? Será lo mismo.

- Lloro porque te perdí a ti por miedo a vivir, ahora que tengo ganas de morir te termine de perder, sigo sufriendo y perdiendo mi tiempo, mi parte racional sólo sabe llorar y muy adentro me están matando todo lo bueno de mí.

El ambiente estaba sazonado con acertijos que no se podían discernir de la ignorancia ajena, no es motivo como para sentirse orgulloso de lo sucedido pero a veces la vida se cansa de nosotros y nos enseña el sendero con todo el extremismo del caso. No existen respuestas satisfactorias cuando no se está dispuesto a continuar, el placer de respirar tras cada latido es tan insignificante como lo fuiste para esas personas en algunos días de penumbra sencillamente se aprovecharon de ti… No hay mejor oportunidad que la primera, pero siempre hay una segunda oportunidad.

Las apariencias engañan,
no puedo estar feliz así,
pretendiendo lo contrario
de lo que podría quizás ser.

Hace como una semana, que harán
las consecuencias de que hay
pensamientos conmigo,
que me odie, eso es lo que quieren.

Me odio.

Será que siempre será lo mismo,
que ideal tan vago es éste,
hoy no me quiero amar,
mas intentare no sufrir.

Me odio.

Al perdón pidiendo confusión,
me inclino a la desesperación de saber
que tal vez esa sea la amarga respuesta,
puedo querer muchas cosas hoy,
pero hoy me odio.

- Hoy confundí mi alma con un espejo roto, hoy confundí el agua por le reflejo de mi llanto, tal vez mañana esté un poco más seguro.

Que le va a costar ser como era antes, él no lo sabe con exactitud pero con el tiempo la niebla que cegaba sus ojos le conceda tal vez, sólo tal vez algunas verdades absurdas para los demás. Al final de lo ocurrido, donde estamos en estos momentos, seguimos desconociendo cual era el designio del Oráculo, alguien debía de partir para que otro alguien tomara conciencia de su ausencia.

- El futuro se torna oscuro, no puedo ver nada de lo que se aproxima, ni siquiera las sombras, las figuras abstractas de la duda.

Con certeza no había que interpretar nada a la ligera, no se te olvide que todo cambia aunque sea igual, el Oráculo habló y firmó la sentencia enunciada con la anterioridad de varios meses sin la realidad presente.

A pesar de lo que paso, ya lo había decidido, cuando me desperté ese día ya sabía lo que iba a suceder mas no lo imaginaba de esa manera tan despersonalizada. Estuve varias horas y luego varios días asustado de mis pensamientos y de mis posibles actos, hasta esa noche no comprendía casi nada en lo absoluto, pero me inquieto demasiado evidenciar que me había convertido en aquello que más temía, eso explicaba con detalles mis perdidas de conciencia sobre los días que pasaban.

Creo que no hay necesidad de explicar cuanto me asusto el haber aceptado la muerte de lo que representaba la niña en mi vida, por mis propios pensamientos y acciones, después de haber tenido aquella discusión y mi posterior perdida de conciencia, desde antes el Bucéfalo representado por una parte de mí, se alimentaba con el sufrimiento de mi otra parte, el Unicornio, se aprovechaba de mi momentánea debilidad por querer vivir.
Vivir en una realidad aparte, en donde todo se rige por lo metafórico de vagas ideas, que poseen la fuerza y la voluntad para cambiar el rumbo, el final de mi vida, la permisible génesis de atentar en contra de mí, estar muerto. ¿Cómo es eso?

Consumación Avivada

Te contare que cuando las noches son inundadas por lágrimas, cuando la satisfacción por la vida es tan delgada que no quieres más, todo resultado de ciertos pensamientos y fuertes voces lacónicas, siendo conciente de que al final esperan sólo unas oscuras puertas que sin remedio, que sin esperanza tienen las llaves muertas, por eso te quiero contar como son mis noches, mis tardes y mis mañanas.


Dado que fue primero a mí que me contaron de que se trataban todas estas premoniciones de mi vida, acciones que precedían, lo que estaba por venir en unos días o semanas que esperaban un mejor futuro, vivo o muerto, pero al fin y al cabo que ataban los broches negros de luto que juntos en extraña coordinación lograban quitarme a grandes bocados mi vida, mi alma pero mi vida tan…


Tómalo como venga, ignorándome, tómalo como quieras, como siempre lo has hecho sin remedio, sin esperanzas, te contare sobre mi infelicidad, sobre mi intolerancia a la soledad, te contare el porque no desee seguir adelante, yo no soy esa persona, pero te contare cual es mi limite, cuando las noches sufren por gemidos que consumen mi vida, avivando mi muerte, gracias a las noches de mis pensamientos.

Se trata del espíritu y la muerte de la voluntad

Es el final… se trata del espíritu y la muerte de la voluntad; una vez me dije que “le tengo miedo a mi incapacidad para enfrentar las cosas. El diablo es el fantasma de querer suicidarme”, después me di cuenta lo equivocado que estaba y lo fuerte que suelo ser.

Aunque desde lo más profundo de tu ser también te complaces del destino que hoy día escribo, sólo me enorgullece confesar que prefiero seguir luchando para superar todos los obstáculos y el sufrimiento que se aproxima (tal vez mañana, en una semana, en un mes o en varios años), y vivir mientras tanto con

El corazón vacío,
el alma desierta,
los sueños sin vida,
la voluntad agotada.

El amor…

Por si no lo notaste, te acabo de narrar mi mayor estado de crisis existencial y emocional; por si no lo notaste, te acabo de describir mi lucha interna por no querer suicidarme y vivir para cumplir 20 años (y muchos más); por si no lo notaste te acabo de confiar mi infierno… el Infierno del Bucéfalo.

Ya vencí mis propios demonios, ¿y tú?

Epílogo

No hay problema, obstáculo o situación que no podamos solucionar… deberíamos hacer algo para mejorar nuestros días.

Ahora que hemos llegado al final te diré que no espero que sientas lástima de mí, dado que lo que sentí y pensé no es algo de lo cual enorgullecerse, si he de ser conciente de que tome la mejor decisión eso no me hace una mejor persona y de ello también estoy conciente.

Tardé alrededor de cuatro años para darle un final a esta historia, y confieso que en esos cuatro años la idea del suicidio en dos ocasiones inundó todo mi ser, ya no recuerdo como sobreviví la primera vez que por mi mente pasaron estas ideas pero estoy seguro que no fue buena idea reprimir lo que sentía. Pasaron tres años y por cuestiones situacionales (me entiendes) este año volví a caer en el mismo infierno, el mejor escenario fue cuando salí del país, pero no lo hice… pregúntame por qué.

Si entendiste la trama de los once primeros capítulos no tendré la necesidad de explicar mucho lo siguiente, realmente no me sentía yo mismo y por ende no tenía que fundamentar muchos de mis comportamientos, dada la lucha interna entre los dos personajes representados por el Bucéfalo y el Unicornio, sinceramente me sentía invadido por esto otro que a veces tomaba el control.

La niña y la mujer representan en diferentes párrafos de la novela muchas cosas distintas, así que no la interpreten a la ligera, dado que en ocasiones ellas me personifican.

Por ultimo sólo diré, que la función de todas estas palabras no es de alarde, sino que vivas conciente de que las personas que te rodean saben esconder muy bien sus más temibles y a veces fatales infelicidades… tampoco se sientan culpables, ya que la posibilidad de que lo llevara a cabo eran muy probables, sigo vivo para el lunes cinco de noviembre del dos mil siete, la madrugada en que termine de escribir el Infierno del Bucéfalo, la historia que provocó el sufrimiento de un eventual suicidio.